viernes, enero 18, 2013

VIDA Y MUERTE. COSMOVISIÓN MAYA



¿Quién no ha pensado en la muerte? En su propia muerte.
A muchos esta pregunta les causa miedo, terror, pánico; otros prefieren no pensar en ello y simplemente esperar el momento en que la muerte les llegue, como si estuviera lejos aún. Sin embargo, la muerte es algo con lo que convivimos todo el tiempo, en todo momento; está con nosotros ahora y lo estará mañana y pasado mañana así como lo estuvo ayer, pues es parte de la misma vida. Por ello, no podemos negar que se encuentra entre nosotros y nos acompaña el día de hoy. En los idiomas mayas, como en el Kaqchikel, la palabra KAMÏK significa MUERTE pero a la vez significa AHORA u HOY, pues la muerte puede ser para muchos, ahora u hoy.

La Comunidad Maya cree en la Dimensión Energética
a donde van las almas a prepararse para volver a nacer.

EL FENÓMENO CÍCLICO DE LA VIDA


La muerte en la cultura maya no es algo que cause miedo, pues no significa el fin de la existencia, sino más bien, un cambio de estado donde lo material se vuelve energía para ubicarse en el mismo espacio pero en otra dimensión, una dimensión energética a donde sólo podemos trasladarnos cuando se experimenta la muerte.

En la cultura maya, el momento de la concepción del ser no es el inicio de la vida, más bien, es una nueva forma de dar continuidad a la vida, alguien que viene para servir, luego morir, pero seguir viviendo y así sucesivamente. Este es el fenómeno cíclico de la vida, energía-embrión-energía. Se viene a esta vida para desarrollar la misión que cada uno trae para su comunidad, misión marcada de acuerdo al día de nacimiento según el Calendario Sagrado Maya. Además de venir a incrementar la conciencia y las capacidades para ser mejores seres.

El Pop Vuh, libro sagrado de los mayas, relata que Junajpú e Ixbalanqué decidieron cómo morir, sus huesos fueron molidos y luego tirados al río, enseguida aparecen en el río como dos grandes hombres-peces y más tarde aparecen como dos ancianos harapientos ante los señores de Xibalbá. Esto nos indica que morimos tantas veces como nacemos en diferentes lugares de la tierra, y mientras mejor seamos en la vida presente, mejoraremos nuestra vida futura para el servicio de la comunidad, en otras palabras, la vida después de la muerte se condiciona por la forma de vivir actualmente y mejora a medida en que aprendemos a vivir de una mejor manera con nuestros semejantes y el universo que nos rodea, del cumplimiento de los valores que la sociedad ha aceptado y se obedecen como forma de vida.

CONVIVENCIA CON LOS MUERTOS

Ritual Maya
Considerando que la muerte es sólo un cambio de estado físico a un estado espiritual donde también se necesita del apoyo de los que aún estamos aquí, se celebran rituales en las distintas comunidades mayas para el día 2 de noviembre, el día de todos los difuntos, así como actividades muy alegres para la convivencia con los familiares y amigos que se encuentran con nosotros en otro estado de la vida, en estado espiritual. Todo  esto se ofrece a los difuntos como un recordatorio de lo que cada uno de ellos hizo en vida, así mismo como una forma de agradecer la generación que han dejado, donde también se les pide ayuda espiritual.

LA RELACIÓN CON LOS MUERTOS (QATI’T, QAMAMA’)

Un legado de la cultura maya que muchos acostumbramos hoy en día es hablar con nuestros muertos. Es algo natural, no temible, y se hace con mucha reverencia. Además ellos están presentes siempre en ocasiones de fiesta y de dolor. Muchas comunidades incluso acuden a estas energías espirituales para solicitar guía y sabiduría en la solvencia de problemas o enfermedades.

LA COMUNICACIÓN CON LOS MUERTOS A TRAVÉS DE LOS SUEÑOS

Los sueños y su interpretación son de todas las culturas, no específicamente para la maya. En el caso de nuestra cultura, nuestros abuelos los Mayas lograron desarrollar a plenitud la habilidad de comunicarse con los antepasados a través de los sueños. Esta forma de comunicación se da cotidianamente. A través de los sueños los muertos  nos anuncian las alegrías, las penas, los problemas; ellos anticipan las cosas, los anuncios positivos o negativos que ellos presentan; todo ello  depende de la buena relación y del servicio que se les ha dado. Algo que no se debe hacer, según la comunidad maya es comer o beber de la ofrenda que se le deja a un difunto en su altar, ya que con toda seguridad el espíritu de esa persona se manifestará a través de un sueño y le hará saber lo molesto que está por haber tomado lo que no le pertenecía. Tal parece que desde el más allá y a través de los sueños los muertos nos siguen educando para la práctica de los valores culturales.

CEMENTERIO, LUGARES SAGRADOS DONDE DESCANSAN LOS MUERTOS

¡Se nos adelantó don Juan, ya lo alcanzaremos...!
¡Se fue la Nía Rosa, ya la iremos a acompañar...!
Son expresiones que se escuchan en los cementerios cuando se va a sepultar el cuerpo de una persona. Estas expresiones nos vuelven a recordar que existe un lugar a donde todos llegaremos, un lugar donde todos tenemos que  pasar para continuar con nuestra vida espiritual.

 En el contexto de la cultura maya, todo es sagrado, un árbol, el agua, la tierra, los animales, las personas, los alimentos, todo es sagrado; así mismo lo son los cementerios. Un cementerio es  pues un lugar sagrado donde van a dar todas las generaciones que han pasado por esta vida y han educado y servido a los Creadores y Formadores como a las personas que pasamos por este mundo. Es un lugar donde prevalece el silencio, la ornamentación y al mismo tiempo la energía de todos los difuntos, energía que puede sentirse al momento de ingresar a un cementerio y que en algunos casos benefician a la persona y en otros no. Esto depende de la vida armoniosa de la persona. Los cementerios son lugares que merecen cuidado y protección ya que si los descuidamos perderemos la ilación con nuestros antepasados y luego nos perderemos como humanos. Es por esta forma de pensar que en el día de los difuntos los cementerios son adornados con hojas de pino, flores, coronas y se sirven, alrededor de los panteones, licor, elotes, güisquiles, naranja, chocolate y otros para compartir con los difuntos (ellos se alimentaran de los aromas que despiden dichos alimentos).

LOS BARRILETES Y LA COMUNICACIÓN CON LAS ABUELAS Y ABUELOS

En todas las comunidades Mayas, para el mes de noviembre, se elaboran barriletes pequeños de nylon o papel de china de diferentes colores, regularmente son fabricados por niños y jóvenes y son ellos quienes los elevan por el aire. Para los mayas volar un barrilete simboliza la elevación del cuerpo en estado material a lo espiritual, también es un elemento que permite la comunicación con los muertos. Hoy día la elaboración y el juego de barriletes se han convertido en un arte, una expresión de poesía que desarrollan niños y adultos. Sin embargo, lo más importante es que no ha perdido su objetividad: el respeto y la comunicación con las abuelas y los abuelos. En Guatemala, particularmente en las comunidades de Sumpango y Santiago Sacatepéquez, la elaboración y vuelo de barriletes ha tomado mayor auge cada año. En Santiago Sacatepéquez los barriles se elaboran para ser elevados en el cementerio de la localidad donde se da la relación con los muertos. Sumpango se diferencia con la realización de festivales de barriletes gigantes con mensajes reivindicativos a la cultura Maya. En sí, ambos pueblos apuntalan hacia el desarrollo y la reivindicación de la cultura maya.

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