¿Quién no ha pensado en la muerte? En su propia muerte.
A muchos esta pregunta les causa miedo, terror,
pánico; otros prefieren no pensar en ello y simplemente esperar el momento en
que la muerte les llegue, como si estuviera lejos aún. Sin embargo, la muerte
es algo con lo que convivimos todo el tiempo, en todo momento; está con
nosotros ahora y lo estará mañana y pasado mañana así como lo estuvo ayer, pues
es parte de la misma vida. Por ello, no podemos negar que se encuentra entre
nosotros y nos acompaña el día de hoy. En los idiomas mayas, como en el
Kaqchikel, la palabra KAMÏK significa
MUERTE pero a la vez significa AHORA u HOY, pues la muerte puede ser para muchos,
ahora u hoy.
La Comunidad Maya cree en la Dimensión Energética a donde van las almas a prepararse para volver a nacer. |
EL FENÓMENO CÍCLICO DE LA VIDA
La muerte en la cultura maya no es algo que cause miedo, pues no significa el fin de la existencia, sino más bien, un cambio de estado donde lo material se vuelve energía para ubicarse en el mismo espacio pero en otra dimensión, una dimensión energética a donde sólo podemos trasladarnos cuando se experimenta la muerte.
En la cultura maya, el momento de la concepción del ser no es el inicio de la vida, más bien, es una nueva forma de dar continuidad a la vida, alguien que viene para servir, luego morir, pero seguir viviendo y así sucesivamente. Este es el fenómeno cíclico de la vida, energía-embrión-energía. Se viene a esta vida para desarrollar la misión que cada uno trae para su comunidad, misión marcada de acuerdo al día de nacimiento según el Calendario Sagrado Maya. Además de venir a incrementar la conciencia y las capacidades para ser mejores seres.
El Pop Vuh, libro sagrado de los mayas, relata que Junajpú e Ixbalanqué decidieron cómo morir, sus huesos fueron molidos y luego tirados al río, enseguida aparecen en el río como dos grandes hombres-peces y más tarde aparecen como dos ancianos harapientos ante los señores de Xibalbá. Esto nos indica que morimos tantas veces como nacemos en diferentes lugares de la tierra, y mientras mejor seamos en la vida presente, mejoraremos nuestra vida futura para el servicio de la comunidad, en otras palabras, la vida después de la muerte se condiciona por la forma de vivir actualmente y mejora a medida en que aprendemos a vivir de una mejor manera con nuestros semejantes y el universo que nos rodea, del cumplimiento de los valores que la sociedad ha aceptado y se obedecen como forma de vida.
CONVIVENCIA CON LOS MUERTOS
Ritual Maya |
Considerando que la muerte es sólo un cambio de
estado físico a un estado espiritual donde también se necesita del apoyo de los
que aún estamos aquí, se celebran rituales en las distintas comunidades mayas
para el día 2 de noviembre, el día de todos los difuntos, así como actividades
muy alegres para la convivencia con los familiares y amigos que se encuentran
con nosotros en otro estado de la vida, en estado espiritual. Todo esto se ofrece a los difuntos como un recordatorio
de lo que cada uno de ellos hizo en vida, así mismo como una forma de agradecer
la generación que han dejado, donde también se les pide ayuda espiritual.
LA RELACIÓN CON LOS MUERTOS (QATI’T, QAMAMA’)
Un legado de la cultura maya que muchos acostumbramos
hoy en día es hablar con nuestros muertos. Es algo natural, no temible, y se
hace con mucha reverencia. Además ellos están presentes siempre en ocasiones de
fiesta y de dolor. Muchas comunidades incluso acuden a estas energías
espirituales para solicitar guía y sabiduría en la solvencia de problemas o
enfermedades.
LA COMUNICACIÓN CON LOS
MUERTOS A TRAVÉS DE LOS SUEÑOS
Los sueños y su interpretación son de todas las
culturas, no específicamente para la maya. En el caso de nuestra cultura,
nuestros abuelos los Mayas lograron desarrollar a plenitud la habilidad de comunicarse
con los antepasados a través de los sueños. Esta forma de comunicación se da cotidianamente.
A través de los sueños los muertos nos
anuncian las alegrías, las penas, los problemas; ellos anticipan las cosas, los
anuncios positivos o negativos que ellos presentan; todo ello depende de la buena relación y del servicio
que se les ha dado. Algo que no se debe hacer, según la comunidad maya es comer
o beber de la ofrenda que se le deja a un difunto en su altar, ya que con toda
seguridad el espíritu de esa persona se manifestará a través de un sueño y le
hará saber lo molesto que está por haber tomado lo que no le pertenecía. Tal
parece que desde el más allá y a través de los sueños los muertos nos siguen
educando para la práctica de los valores culturales.
CEMENTERIO, LUGARES SAGRADOS
DONDE DESCANSAN LOS MUERTOS
¡Se nos adelantó don Juan, ya lo alcanzaremos...!
¡Se fue la Nía Rosa, ya la iremos a acompañar...!
Son expresiones que se escuchan en los cementerios
cuando se va a sepultar el cuerpo de una persona. Estas expresiones nos vuelven
a recordar que existe un lugar a donde todos llegaremos, un lugar donde todos
tenemos que pasar para continuar con
nuestra vida espiritual.
En el contexto de la cultura maya, todo es sagrado,
un árbol, el agua, la tierra, los animales, las personas, los alimentos, todo
es sagrado; así mismo lo son los cementerios. Un cementerio es pues un lugar sagrado donde van a dar todas
las generaciones que han pasado por esta vida y han educado y servido a los
Creadores y Formadores como a las personas que pasamos por este mundo. Es un
lugar donde prevalece el silencio, la ornamentación y al mismo tiempo la
energía de todos los difuntos, energía que puede sentirse al momento de
ingresar a un cementerio y que en algunos casos benefician a la persona y en
otros no. Esto depende de la vida armoniosa de la persona. Los cementerios son
lugares que merecen cuidado y protección ya que si los descuidamos perderemos
la ilación con nuestros antepasados y luego nos perderemos como humanos. Es por
esta forma de pensar que en el día de los difuntos los cementerios son
adornados con hojas de pino, flores, coronas y se sirven, alrededor de los
panteones, licor, elotes, güisquiles, naranja, chocolate y otros para compartir
con los difuntos (ellos se alimentaran de los aromas que despiden dichos
alimentos).
LOS BARRILETES Y LA
COMUNICACIÓN CON LAS ABUELAS Y ABUELOS
En todas las comunidades Mayas, para el mes de
noviembre, se elaboran barriletes pequeños de nylon o papel de china de
diferentes colores, regularmente son fabricados por niños y jóvenes y son ellos
quienes los elevan por el aire. Para los mayas volar un barrilete simboliza la
elevación del cuerpo en estado material a lo espiritual, también es un elemento
que permite la comunicación con los muertos. Hoy día la elaboración y el juego
de barriletes se han convertido en un arte, una expresión de poesía que desarrollan
niños y adultos. Sin embargo, lo más importante es que no ha perdido su objetividad:
el respeto y la comunicación con las abuelas y los abuelos. En Guatemala, particularmente en las comunidades de
Sumpango y Santiago Sacatepéquez, la elaboración y vuelo de barriletes ha tomado
mayor auge cada año. En Santiago Sacatepéquez los barriles se elaboran para ser
elevados en el cementerio de la localidad donde se da la relación con los
muertos. Sumpango se diferencia con la realización de festivales de barriletes
gigantes con mensajes reivindicativos a la cultura Maya. En sí, ambos pueblos
apuntalan hacia el desarrollo y la reivindicación de la cultura maya.